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Reforma del Código Penal: ¿Cuáles son los principales puntos del proyecto presentado por el gobierno?

Por: Ab. Esp. Facundo Pérez Lloveras*

El Poder Ejecutivo ha presentado un ambicioso anteproyecto para reformar el Código Penal, una estructura legal que data de 1921. Según afirman desde el gobierno, la propuesta busca, con un enfoque de “tolerancia cero”, endurecer las penas para una amplia gama de delitos, bajar la edad de imputabilidad e incorporar nuevas figuras delictivas acordes a los tiempos que corren, enfocándose a su vez, en los derechos de las víctimas.

A continuación, un análisis de los puntos más relevantes que contempla el proyecto de reforma.

Baja en la edad de imputabilidad

Uno de los pilares más debatidos de la reforma es la intención de reducir la edad a la que un menor puede ser juzgado como un adulto. Si bien el debate histórico en Argentina ha oscilado entre los 14 y los 13 años, el proyecto se enmarca en la idea de que quienes cometen “crímenes de adulto” deben enfrentar las consecuencias como tales. El objetivo es terminar con la inimputabilidad de adolescentes que participan en delitos graves, una demanda recurrente de un sector de la sociedad que busca respuestas más firmes ante la delincuencia juvenil.


Agravamiento de penas:

El corazón de la reforma reside en un incremento generalizado de las condenas, buscando que la mayoría de los delitos (se estima un 82%) tengan prisión de cumplimiento efectivo. Según entienden los impulsores de la reforma, la filosofía del nuevo ordenamiento penal es clara: “el que las hace, las paga”.

Aquí un listado de los cambios más significativos:

  • Homicidio simple: La pena máxima se elevará de 25 a 30 años de prisión.
  • Robo agravado (modalidad “motochorros”): Se contemplan penas de hasta 15 años.
  • Robo de celulares y pertenencias personales: Las condenas irán de 3 a 12 años de prisión.
  • Portación ilegal de armas de fuego: La pena será no excarcelable, con agravantes para quienes tengan antecedentes.
  • Usurpación de propiedad: Se ordena la restitución inmediata del inmueble a sus dueños legítimos.
  • Homicidios cometidos por barrabravas: En espectáculos masivos, la pena será de prisión perpetua.
  • Delitos complejos: Narcotráfico, trata de personas, crimen organizado y pornografía infantil verán sus penas elevadas significativamente.
  • Corrupción: Se endurecen las sanciones por cohecho y falso testimonio, con penas de hasta 15 años si involucra a altas autoridades.

Nuevos delitos para nuevas realidades

El código actual, con más de un siglo de antigüedad, no contempla muchas de las problemáticas modernas. El proyecto busca actualizarlo incorporando nuevas figuras penales, entre las que destacan:

  • Bloqueo de empresas: Se tipifican como delito las acciones que impidan el funcionamiento de una compañía, como los bloqueos a plantas industriales.
  • Ciberdelitos: Se perseguirá la creación de imágenes falsas con contenido sexual mediante Inteligencia Artificial, el fraude digital y la “pornovenganza”.
  • “Stealthing”: Se penaliza el acto de quitarse el preservativo sin consentimiento durante una relación sexual.
  • Delitos contra el ambiente y crueldad animal: Se incluyen sanciones más severas para quienes dañen la biodiversidad o cometan actos de crueldad sistemática contra los animales.

Reincidencia y libertad condicional: restricción de estos beneficios

Para combatir la llamada “puerta giratoria”, la reforma limita drásticamente los beneficios para quienes vuelven a delinquir. Se modifica el concepto de reincidencia, bastando ahora con tener una condena firme (incluso en suspenso) para ser considerado reincidente en un futuro delito. Esto implica que los reincidentes no podrán acceder a la libertad condicional ni a otras salidas anticipadas, debiendo cumplir la totalidad de su condena en prisión.


– Imprescriptibilidad para delitos gravísimos

Otra de las modificaciones más relevantes es la eliminación de los plazos de prescripción para los crímenes que generan mayor conmoción social. Delitos como homicidios, abusos sexuales, trata de personas, narcotráfico y crímenes de lesa humanidad podrán ser investigados y juzgados sin importar el tiempo transcurrido, garantizando que no haya impunidad para los responsables.

Un desafío hacia el consenso legislativo

En definitiva, no existen dudas sobre la necesidad de sancionar un nuevo Código Penal. La criminalidad, la sociedad y el derecho han mutado drásticamente en los más de 100 años que pasaron desde la sanción del texto original. Las casi mil modificaciones que sufrió a lo largo del tiempo le quitaron la sistematicidad, proporcionalidad y coherencia interna que una ley de esta magnitud requiere.

Sin embargo, como evidencian los frustrados intentos de reformas anteriores, el desafío más grande no está en la trabajosa tarea de redactar un anteproyecto, sino en la construcción de los consensos necesarios para su aprobación legislativa. Ese será el verdadero reto para que esta actualización histórica finalmente se convierta en ley.


*Abogado; Especialista en Derecho Penal Económico; Especialista en Docencia Universitaria; Profesor de Derecho Penal parte general UCC;  Profesor de Derecho Penal Económico UCC.

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